Maximilian Berlitz aprendió rápido que la memorización de gramática es un fracaso cuando incentivando el uso completo de un idioma. El promovía el aprendizaje como los niños pequeños al usar el idioma y enfocarse en los objetos y hablando acerca de ellos. Al sumergirse en un nuevo idioma, por naturaleza uno absorbe la gramática al comenzar a pensar en un nuevo idioma.
¿Cómo podemos usar este principio en nuestra vida diaria? Buscamos un amigo que hable el idioma más que nosotros y dedicamos una hora a practicar el idioma para absorber los sonidos, formaciones vocales y mas, teniendo un diccionario o una libreta de frases a la mano. Al hacer esto aplicamos nuestros tres sentidos (el sonido, la vista, y el habla) activamente así asistiendo nuestra memoria para el idioma. El ver películas subtituladas o escuchar música y seguirlo con la letra de la canción en el idioma deseado también ayuda al aprendizaje y desarrollo.
Maximilian (quien hablaba 58 idiomas) requería que su nieto, Charles Berlitz, aprendiera un nuevo idioma cada año. El decía, “conocer un solo idioma es como vivir en una enorme y hermosa casa y nunca salir de la habitación. La fuerza y emoción de aprender un idioma es descubrir una forma totalmente distinta de ver al mundo. Al experimentar las diferentes formas de pensar, hemos agregado otra dimensión a nuestras personalidades.”
Maximilian Berlitz learned quickly that grammar memorization is a failure in encouraging the complete use of a language. He promoted learning like a child does by using the language and concentrating on objects and saying things about them. By immersing oneself in the new language, you absorb naturally the grammar as you begin to think in the new language.
How can we in our daily life apply this principal?? We can find a friend who speaks more than we do and devote an hour to practicing with the language, having a dictionary or phrase book in hand, to get a feel of the sounds, mouth formations, etc. Then we are applying 3 senses (hearing, seeing, saying) actively to help us remember. Watching movies and listening to music also helps our learning and development only if in the new language or if watching the written sub-titles or words in the new language.
Maximilian (who spoke 58 languages) required his grandson Charles Berlitz to learn a different language every year. He said, “Knowing just one language is like living in a huge, wonderful house and never leaving one room. The force and excitement of learning a language is in discovering a whole new way of looking at the world. When we penetrate this different way of thinking, we have added another dimension to our own personalities."
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